El hogar, donde se edifica o se arruina la autoestima 

nido

Existe un lugar que además de aportar seguridad, confianza, calor humano entre otras muchas cosas hace que te conviertas en la mejor versión de ti mismo, ese lugar se llama hogar; pero también es cierto que si por el contrario no esta construido sobre unas bases sólidas puede convertirse en tu peor enemigo.

Como bien es sabido, la familia es el núcleo de la sociedad y no hay nada tan cierto como esto cuando se trata de parir, criar y educar a un ser humano.

Es como si el hogar fuera una fabrica de personas con el objetivo de crear un producto final que sea rentable y útil para la sociedad, que en vez quitar, le aporte valor, con lo cual esta tarea es una responsabilidad enorme si tenemos en cuenta que es un proceso largo y de cuidado.

A lo largo de la historia de la humanidad han existido cualquier cantidad de personas que han aportado mucho valor, pero en muchos casos cuando indagas en sus biografías te encuentras con  historias realmente aterradoras a nivel personal, donde su vida prácticamente fue un infierno.

La cuestión es que, si aún en medio de tanto caos personal estas personas fueron tan brillantes, no me quiero imaginar como hubieran sido si hubieran tenido una infancia feliz, sin complejos, en completa calma familiar incluso con todos los contratiempos típicos de la cotidianidad de la vida solucionándolos de una forma tan natural como se ha hecho toda la vida; creo que esas personas dejarían de ser brillantes para ser extraordinarias.

Y es que la autoestima es el pilar de las personas brillantes, es algo que se fortalece o se debilita en el hogar, de allí vienen las frases que te empoderan o te debilitan, vienen de las personas que nos aman porque el hogar es el nido una buena autoestima.

De ahí la importancia de las palabras que usas cuando le hablas a tus hijos, porque poseen un poder infinito que con el pasar del tiempo se convierten en su realidad.

Entonces es importante que te plantees que tipo de realidad quieres que tu hijo crea, es sólo cuestión de usar palabras que lo hagan sentir importante y útil.

Aquí mis recomendaciones:

Te quiero.

¿Me ayudas a recoger tu habitación?

Gracias por ayudarme.

Eres muy colaborador.

Eres muy inteligente.

No has hecho del todo bien “tal cosa” pero no te preocupes ya lo harás mejor.

Perdóname…

En fin y cuantas cosas más en positivo salgan de tu corazón, éstas harán que se convierta en una persona fortalecida en su autoestima.

¡Que tengas una buena semana!

Photo Credit: dinoeffe

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