Realmente no hay algo más fugaz que la infancia, se pasa muy rápido y cuando menos piensas esas pequeñas personitas ya se han convertido en adolescentes, porque 10 años se pasan volando. Y es ahí cuando se han esfumado esas oportunidades de hacer cosas tan simples que no parecieran tener importancia, pero que hacen de un instante un gran momento.
Menos mal los padres cada vez son más conscientes de esto y aprovechan con más ímpetu la infancia de sus hijos y eso es alentador, pero no está de más reivindicar este tipo de cosas que son la base fundamental de un buen desarrollo humano y que permite que esa personita se convierta en un adulto consciente de sus habilidades, con la suficiente seguridad, autoestima, autoconfianza para poder afrontar las situaciones cotidianas de la vida.
Pues bien, esto es más bien una cuestión de TU actitud durante un tiempo limitado, porque ese tiempo se acabará, porque es ahora o nunca y la infancia no dura para siempre y que mejor regalo para tu hijo que darle TU ahora; es decir TU paciencia, TU calma, darle TU valioso tiempo sin mas; porque una cosa está clara y es que nadie aprende con prisas y menos un niño.
De esta manera analiza como estas gestionando esos pequeños instantes de la vida diaria y permite que tu hijo haga las cosas a su ritmo..
Obsérvalo y corrígelo cuando este aprendiendo a ponerse sus zapatos,
cuando se este poniendo sus propios cereales,
cuando empiece a controlar esfínteres,
cuando este empezando a utilizar el baño,
cuando se vista por primera vez solo,
cuando aprenda las vocales,
cuando utilice las acuarelas,
cuando cocine sus primeros espaguetis,
..etc.
Te aseguro que todas estas cosas no se aprenden rápido, todo lleva su tiempo y estos aprendizajes no son compatibles ni con las prisas, ni con los gritos; así es de que ármate de paciencia y tranquilo que llegará un momento de TU vida que ellos ya no te necesitarán.
¡Que tengas una feliz semana! 😉
Photo Credit: CA2M