Nunca te vas a casar con el príncipe azul 

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¿Suena fuerte verdad? Pero esa es la realidad. No te casarás con el príncipe azul, porque tu tampoco eres una princesa que además debe ser rescatada para poder ser felices y comer perdices.

Ya es hora de que empieces a darte cuenta que esos cuentos de hadas no existen y que por el contrario si es una fantasía que ha hecho mucho daño; ahora bien no voy a negar que todas y todos hayamos crecido al rededor de estas históricas fantásticas y que por esa razón no se hayan convertido en ese recuerdo infantil que guardamos gratamente en el inconsciente.

Pero es que precisamente ese es el problema, el inconsciente que suele estar presente en todo cuanto vivimos de manera silenciosa pero muy activa guardando eso que vemos, oímos y escuchamos pero como bien dice la palabra “inconscientemente” es decir; sin consciencia, sin esa presencia absoluta.

Es entonces cuando supuestamente el inconsciente nos traiciona y cuando se llega el momento de buscar a nuestra pareja ideal, buscamos algo irreal, alguien que no existe y vamos buscando un príncipe azul o una princesa. Y es que para tomar una decisión tan importante como lo es la de convivir con alguien y conformar una familia se necesita tener los pies bien puestos sobre la tierra.

Empecemos por el físico, que más allá de que tenga que ser alguien fisicamente atractivo, es más importante que sea un hombre sensato, que te soporte con tus mas y con tus menos, alguien que te escuche y con quien puedas tener largas conversaciones y viceversa; porque la pasión esta muy bien, pero es pasajera, pues la rutina del día a día suele convertir todo en monotonía y más allá de ese “fueron felices y comieron perdices” está la llegada de los hijos rompiendo todos los  esquemas y aún cuando se ha decidido no tenerlos, siempre están las facturas de fin de mes por pagar, tener la casa limpia y cocinar todos los días.

Y es que todo este tipo de mitos ante lo que es real, crea confusiones y desvirtúa la realidad, esperando que se cumplan otro tipo de expectativas y no se trata de que el matrimonio, la maternidad y la crianza sean una tortura continua pero la idea que muchas personas tienen de estos estadios es fantástica y fuera de contexto; cuando no son otra cosa que estados naturales del ser humano, con sus mas y sus menos pero que suelen vivirse con cierto desencanto cuando te lo han mostrado de forma mágica y bonita.

Así es que, el mayor favor que le podemos hacer a las próximas generaciones es no crearles estereotipos falsos y fantásticos, y de hecho es muy importante que los más pequeños comprendan que hasta las “dichosas” princesas se tiran pedos.

Que tengas un bonito día 😉

Photo Credit: Goldstein

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