¿Qué es la Responsabilidad Emocional?

 

Nos hemos acostumbrado a “responsabilizar” a los demás de nuestras emociones, porque sencillamente es más fácil y más cómodo que los demás tengan ya no sólo esa “responsabilidad”, sino la culpa de todo lo que nos acontece.

Empecemos por comprender que responsabilidad y culpa son dos conceptos energéticamente diferentes; de hecho si buscas su significado pueden llegar a ser hasta sinónimos y no se necesita ser muy experto en etimología, para saber que el solo hecho de escucharlas tiene un impacto totalmente distinto.

No es lo mismo decir:

“Me siento culpable por lo que hice” 

a decir: 

“Me siento responsable por lo que hice” 

La carga enérgica disminuye claramente con el uso de según que palabras, porque sí, las palabras y los sonidos tienen mucho poder en nuestro cerebro. Por cierto, poder del que aún no somos conscientes a la hora de usarlas en nuestro vocabulario.

Pues bien, la responsabilidad emocional no es un concepto que se entienda a la primera; a mi, personalmente me costó mucho tiempo entenderlo, y darme cuenta de la importancia de responsabilizarme de mis propias emociones, llegando a la conclusión de la importancia de cuestionarme que sentía para poder gestionar ya no sólo mi responsabilidad, sino cualquier otro tipo de emoción.

Preguntas tan importantes como:

¿Qué siento?

¿Como le llamaría a lo que siento?

¿En que momento emanó esa emoción en mi?

¿Que fue lo que desembocó que me sintiera así?

Me iban mostrando el camino para descubrir de manera latente que sucedía en mi, situándome y dándome un aire de tranquilidad cuando quería seguir con mi camino.

No hay una sensación más reconfortante que reconocer que te pasa y gestionarlo, porque el desasociego surge muchas veces de la “perturbabilidad” y del caos. 

A lo largo de nuestra vida vivimos una cantidad de experiencias de las que en su mayoría nos quedamos sin saber que fue lo que sentimos; vamos por la vida con una ceguera emocional propia de nuestra evolución y lo que debes comprender es que eso se puede cambiar.

La inteligencia emocional que llaman, no es otra cosa que tomar consciencia de tus emociones, ponerles un nombre y gestionarlas para hacerlas más llevaderas y así poder tener una vida más serena y discernida. Estas son las personas inteligentes del futuro.

¿Quieres aprender a reconocer tu emociones y gestionarlas de una manera mas adecuada?

Ponte en contacto conmigo 😉

Escrito por Erika Zárate Coach Emocional, madre de 3 hijas, especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me quedan de muerte.

Si quieres y te apetece que conversemos, te escucho.

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Photo Credit:Hernan Piñera

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