El otro día estaba en un cumple y tuve una conversación con una madre en la que hablábamos del cansancio que supone de por si ya la maternidad, como para irla postergando, llegando a la conclusión de que los años no llegan solos. No se trata solamente de actitud, en absoluto, de hecho en mi caso personal, siempre me ha gustado hacer ejercicio y me considero una mujer a mis 40 con mucha vitalidad, pero bien es cierto que mi puerperio actual no se compara con el que experimenté cuando tuve mi primer parto, con 27 años.
Definitivamente es una cuestión biológica que va mucho mas allá de la actitud y lo tengo comprobado, de hecho respeto y admiro profundamente a las mujeres que retrasan su maternidad para después de los 40 y pico, porque lo considero todo un desafío. Ya no sólo por la responsabilidad tan grande que supone un bebe, sino porque el paso de los años, es decir, nuestra naturaleza va disminuyendo como es normal en los más mínimos reflejos que son tan vitales a la hora de la crianza, no significa que dejen de existir, pero tengo la certeza de que se minimizan.
Recuerdo con perplejidad mi espontaneidad a cualquier estimulo de mi primera bebe, me costaba muchísimo menos estar alerta porque mi cansancio era razonable, hasta natural, pero es que ¿ahora? me quedo dormida por los pasillos, y ya ni que decir si decides dar el pecho como yo, bueno el cansancio es el triple; eso sin tener en cuenta que la vida no se detiene, y que de la misma manera que pares, debes continuar o tratar de continuar con tu vida normal.. lo que significa llevar para adelante la vida laboral, la casa con mis otras dos pequeñas y demás quehaceres.
Por estas razones creo que las mujeres deben replantearse y reflexionar acerca de cuando quieren ser madres, (y si quieren serlo) cada una decide lo que quiera. No escribo esto para estar en “contra de”, sino por el contrario para dar un punto de vista bajo una experiencia propia, porque considero esta información vital para las que quieren ser madres algún día, y si te resuena, me alegro, por algo será.
Partiendo de este hecho, mis razones para no postergar la maternidad son las siguientes:
1. Por naturaleza, física y psicológicamente estas preparada a partir de los 25 para ser madre. (otra cosa son los mitos y los temores sociales)
2.La maternidad es un tsunami que se lleva mejor con la vitalidad que te da la juventud, porque requiere mayor esfuerzo físico por parte de la madre ya que caminas, corres, lo llevas en brazos, duermes menos etc.
3.Una vez mas o menos has criado a tu hijo un par de años, para la reincorporación laboral es más fácil con 30 y pico que 40 y pico.
4. Bien es cierto que la madurez solo se logra con los años, pero la maternidad te enseña a ser más asertiva, una madre siempre quiere lo mejor para su hijo, de esta manera por muy joven que seas tu instinto protector es innato, por ende esa madurez emocional la adquieres de manera natural.
5. Tengo la firme convicción de que la maternidad es la mejor terapia de desarrollo personal que puede experimentar una mujer, ya que te hace más mujer, elevas tu autoestima, te hace más fuerte, y es donde aprendes a conocer tus límites.
6.Aprendes el verdadero significado de ¡DISFRUTAR! ..porque no te quepa la menor duda de que un niño tiene muy claro de que nace para disfrutar de las más simples y pequeñas cosas de la vida.
7. Reafirma tu autoconocimiento, ya que tus hijos son el fiel reflejo de tus comportamientos, los buenos y los malos.
8. La recuperación del parto es más rápida, recuperas tu cuerpo y tu movilidad con más facilidad.
9. Podrás disfrutar de tus nietos mucho más tiempo pues serás una abuela joven.
Y si al final la maternidad tiene tantas cosas positivas…
¿Porqué postergar una experiencia que lo único que hace es convertirte en mejor ser humano?
Por Erika Zárate
Coach Profesional, madre de 3 hijas y creadora de talleres de mandalas para el autoestima
Photo Credit:Barbara Gallardo