Probablemente una de las etapas mas complejas de la crianza es la adolescencia, es una etapa que se caracteriza por cambios emocionales y físicos, pero sobre todo es un momento de la vida en la que el ser humano necesita más tolerancia y acompañamiento.
Lo más seguro es que tu como madre o padre estes acostumbrado a que todo se soluciona con prohibiciones, castigos y gritos; porque ¡Claro benditos niños!.. que muchas veces te sacan de quicio, pero antes de reaccionar de cualquier manera, recuerda que es una etapa más, que esto también pasará y que todos esos cambios repentinos de opinión y de ánimo están totalmente asociados a su edad y que en vez de reñir tanto hay que armarse de paciencia y conversar más.
Pero conversar es una acción que mucho antes de llegar a la adolescencia ya debiste haber sembrado en tu hijo y que por favor no le pille de sorpresa, pues muchos padres creen que llegó el tan anhelado momento de “vamos a hablar” y es ahí cuando muchos quieren ¡salir corriendo!
Evidentemente que si no has acostumbrado a tu hijo a tener conversaciones desde muy pequeño cuando llegue este momento le parecerás marciano y sobre todo aburrido.
Del autoestima se conversa desde pequeño
Es muy importante que converses con tu hijo desde muy pequeño, para que cuando llegue el momento, el menos sorprendido sea él y por el contrario se sienta acompañado y comprendido. En la adolescencia afloran todo ese tipo de comportamientos que tu sembraste desde su infancia tanto lo bueno como lo malo, por esta razón no pretendas que de un día para otro, sólo porque tu hijo ha llegado a la adolescencia adopte conductas que tu nunca sembraste en él, recuerda que la crianza es un camino.
Como hablar del autoestima con tu hijo
Para fomentar este tipo de comunicación con tu hijo es muy importante que lo empieces hacer cuando es muy pequeño, algo tan sencillo como preguntar como le fue en el colegio, si le gusto tal actividad ó un simple ¿Estas bien? Son preguntas que abrirán en el las ganas de comunicarse contigo y por ende contarte muchas otras cosas más, (que por cierto te sorprenderás) además de fortalecer su autoestima y brindarle la certeza de que él es muy importante para ti.
Pues bien para esto es fundamental que crees ambientes en donde él se sienta a gusto, como por ejemplo ir a comer un helado, sentarte con el en medio del césped a mirar las estrellas ó simplemente sentarte en el suelo de su habitación y jugar con sus juguetes y con él.
Si te acostumbras a esto lo más probable es que cuando llegue la dura etapa de la adolescencia no estes lleno de miedos e inseguridades con respecto a tu hijo, porque desde hace mucho tiempo ya sembraste confianza, comunicación y acompañamiento y las situaciones son mucho más llevaderas cuando se expresan.
Entonces, ¿Qué esperas para ir a ver las estrellas con tu hijo?
¡Que tengas un buen día!
Photo Credit: Sergio Cabezas
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