Hay cosas que de un momento a otro cobran una fuerza garrafal. Aún, la mayoría de seres humanos no son conscientes del poder que tienen sus pensamientos y de la onda expansiva que estos pueden alcanzar.
Ahora hay un boom con todo este tema del desarrollo personal, ya no sólo por quienes quieren aprovechar el tirón, sino también por la sed espiritual y emocional por la que estamos atravesando; pues lo que pocas personas saben es que hace parte de nuestra evolución y que es de vital importancia que nos reconozcamos y nos eduquemos espiritual y emocionalmente.
Ya no sólo por el hecho de que hay un analfabetismo emocional natural, propio de nuestra evolución, sino porque para avanzar como especie es de suma importancia que sepamos nuestras capacidades infinitas como seres humanos.
Pero no todo es de un día para otro; y es ahí donde nos equivocamos. Pensamos que las personas cambiarán sin más, sin ningún proceso o sin el mínimo esfuerzo con frases tan grandes y empoderadoras como estas:
Tu puedes.
Puedes con todo.
Eres grande.
Te mereces todo lo mejor del mundo.
Atrévete.
Arriésgate.
Etc…
Además de que son palabras con una fuerza enorme, para llevarlas a la acción y que sean aplicables a cada persona que las lee, para eso, hace falta que sucedan muchas cosas con antelación e interiormente.
Esto no quiere decir que al leerlas no produzcan un efecto mínimo y que se remueva algo dentro de nosotros, y la verdad es que “si, estas frases remueven”.
Pero el efecto que generan al principio es de incredulidad y escepticismo, ya que quienes han sufrido mucho con su parte emocional que son la gran mayoría de personas, llegan a la conclusión de que estas cosas son para los demás y no para si mismos.
Pero de lo que no son conscientes muchos es que si, son verdades como puños. Que los seres humanos somos infinitamente capaces de lo que nos propongamos, pero ¡OJO! con el debido proceso de asimilación de estas verdades.
Procesos que por cierto, son todo un viaje interior y un trabajo de cambio de paradigmas que en compañía de un profesional se lleva mucho mejor y para que cuando veas a Dios de frente no te asustes tanto, lo abraces y lo aceptes.
¿Quieres que te acompañe en tu proceso?
Escrito por Erika Zárate, Coach Emocional, madre de 3 hijas, especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me quedan de muerte.
Si quieres y te apetece que hablemos, te escucho.
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