En su momento, el ser humano por naturaleza se ha tenido que mover por una cuestión de supervivencia, pues para poder sobrevivir ha tenido que correr para cazar, ha tenido que de una u otra manera moverse para abastecerse de alimentos y sembrar.
Incluso para aparearse, en muchas especies el movimiento es fundamental, de hecho para demostrarse “sano” el macho se contonea y según que especies, la hembra también.
Evidentemente eso ha ido cambiando, la industrialización y demás formas de implementar una vida “más evolucionada” ha hecho que nuestros hábitos vayan cambiando, llevándose por delante una parte vital del desarrollo humano, el movimiento.
Llegando ahora a un punto en el que, el movimiento es una opción y no una obligación, y eso cambia radicalmente las cosas. La forma en que vemos a día de hoy el movimiento es muy diferente a lo que en su día fue, una cuestión de supervivencia.
Y con el cuento este, de la “civilización” hemos echado por la borda todo un trabajo evolutivo del movimiento que la raza humana necesita para sobrevivir, pues nos hemos ido creyendo que entre menos movimiento mas evolucionado estamos, y nada más lejos de la realidad.
Con la digitalización, cada vez son más las personas que pasan el día sentados trabajando frente al ordenador, sin ser conscientes de la importancia que tiene el movimiento, ya no sólo a nivel físico, sino a nivel mental y emocional.
Y es que claro, a través de la historia de la humanidad, el movimiento por una cuestión de imposiciones, quedó relegado para las personas que hacían trabajos físicos, alejando de dichos esfuerzos a un un grupo más pequeño y “privilegiado”.
Haciéndonos a la idea colectiva, de que el movimiento en sí, es algo que sólo se pueden permitir los que se dedicaban a dichos trabajos e incluso ridiculizándolo, por esta razón hemos ido “evolucionando” con la idea de que el movimiento es algo que va ligado al ridículo.
Por suerte, todo eso esta cambiando de forma sustancial y abrupta con las nuevas generaciones, y ahora han llegado los “tiempos de moverse”. Ahora, las personas están reivindicado el deporte, el baile y todo tipo de expresiones a través del movimiento dandole el lugar que le corresponde.
Esta generación y las que vienen, están más conectadas con su instinto natural y saben que el movimiento es una necesidad, que hace parte de nuestro desarrollo integral y es fundamental para tener una vida sana, porque saben que moverse es vida.
¿Y tú, que esperas para moverte?
Escrito por Erika Zárate Educadora Emocional y madre de 3 hijas.
Antes de la cuarentena era especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me siguen quedando buenísimos.. pero es que ahora me he vuelto experta también en tortitas (pancakes) de chocolate para desayunar y en maga, porque convierto el tiempo en vida.
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