No educo a mis hijas como princesas 

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El otro día en la reunión del colegio de mi peque, la profesora muy ilusionada nos comentaba que la temática de la clase seria de caballeros y princesas, y que los niños debían llevar algo referente al tema y es que en realidad a simple vista puede sonar muy bonito, y ensoñador.. ¡total!

¿Que de malo tiene soñar con ser una princesa?

Bueno, teniendo en cuenta que yo crecí rodeada de preciosos cuentos de princesas, la verdad es que nunca me sentí identificada con la delicadeza, el postureo, la pasividad y otras cosas, de aquellas típicas princesas; además, yo no era una princesa, era una niña normal, con una familia normal, que detestaba que le pusieran vestidos, que no le gustaba peinarse, una niña llena de sueños y que no paraba de subirme a los árboles, montar en bici, jugar al baloncesto y montar a caballo y si era galopando mejor.

A medida que fui creciendo, empecé a conocer a otras chicas que eran como yo, normales. Y ahora que me he convertido en una mujer normal, casada con una hombre normal, (no con un príncipe) igual que yo con cualidades y con defectos,  con un hogar establecido, con un trabajo y con una vida normal con dos hijas, como cualquier otra mujer, ahora es cuando analizo con más discernimiento los cuentos de antaño, esos cuentos que nos hacían volar y crear estereotipos fantasiosos, alejados de la realidad cotidiana de la vida, como si el hecho de NO ser una princesa, con una familia adinerada y que vive en un castillo con lujos, y que se casa con un caballero perfecto, guapo y con aquello de que vivieron felices para siempre, nunca envejecieron, ni tuvieron nietos.. no se, me parece un poco utópico y hasta ridículo.

Es ahora cuando analizo que, es como si pertenecer a una familia normal, con una casa normal, con unos padres con valores, con unos abuelos entrañables y rodeada del cariño de tus familiares y amigos; fuera malo.

Y si encima estas esperando a que venga un príncipe azul (que tampoco existe) ¡que venga a rescatarme de esa realidad!.. Uff la verdad es que que paso de que mis hijas vivan este trance; debo admitir que fantasear de alguna manera es bonito, pero cuando te meten princesas por aquí y por allá, ¡como si la capacidad humana no tuviera más ingenio para crear otro tipo de cuentos!..algo está fallando.

Es ahí cuando investigo, busco y encuentro cuentos preciosos y muy originales, llenos de valores, con historias de verdad, donde los más pequeños al escucharlos se sienten identificados, por eso y por mucho mas, no educo a mis hijas como princesas.

¡Ah…Lo olvidaba! el cuento que llevé al colegio se llama: Las princesas también se tiran pedos. Cuento que acogió la profe, con mucha ilusión 😉

Photo Credit: Paula Rey

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