Como ya estamos a punto de terminar este año 2015, queremos compartir cada momento vivido en nuestros talleres; entre risas, profundas conversaciones, entre abrazos de emoción y buen café; momentos que con seguridad cada una de estas personas se llevará en su corazón.
Pues de eso se tratan estos talleres, de recordarnos que somos seres humanos y que necesitamos conectarnos unos con otros, pero sobre todo con UNO mismo, porque colorear un mandala es mucho más que simplemente colorear, es conectarte con tu sabiduría interior y con tus emociones para expresar aquello que has guardado en el baúl de los recuerdos, porque las emociones hay que dejarlas que florezcan como el almendro florece en primavera.
¡Muchas Gracias Bonit@s por estar.. os quiero!
Erika.