Antes de salir a unas merecidas vacaciones, en esta ocasión en TodosomosUNO, quisimos conocer más a fondo a Tomás un profesor muy especial, que estando dentro del sistema educativo mediante su metodología innovadora, está logrando que los más pequeños recuperen la curiosidad y el amor por el aprendizaje. Gracias Tomás. 😉
Aquí va la entrevista:
1.¿A que te dedicas Tomas?
Pues hasta ahora he sido profesor de Historia, Arte y Geografía. A partir de septiembre me dedicaré profesionalmente a ser «cuentífico»: cuentacuentos científico. Mi mujer y yo hemos creado Los Gatos con Batas. (Envío enlace de la web y del blog)
www.losgatosconbatas.blogspot.com.es
2.¿Crees que la forma en que se está transmitiendo el conocimiento a los niños influye en su aprendizaje?
Absolutamente. A edades tempranas el cerebro tiene unas formas determinadas de adquirir conocimientos y de comprender el mundo. Si se saben estimular esas capacidades en el momento y la forma adecuadas, el niño desarrollará ese aprendizaje. Lo más importante, a mi entender, es enseñar jugando, porque para el niño, aprendizaje y juego es lo mismo. Aprende con juegos, juega porque su mente y su cuerpo necesitan experimentar y disfrutar. Muchas veces se toma el juego en serio porque es algo importante. Yo tengo una hija de 3 años y es lo que vivo. Hay que dar espacio y tiempo. La escuela debería ser así o no ser. Y como muchas veces no es así, comprendo y apoyo el homeschooling y el unschooling como forma de vida y y opción social.
3.Hace muy poco la metodología que usas fue cuestionada por parte del centro donde trabajas.¿Cual es tu metodología?
Bebo de diversas fuentes: aprendizaje colaborativo, juego en el aula, vídeos y películas (durante su visionado los alumnos se hacen preguntas o se las hago yo), webs, blogs. He enseñado a crear portafolios digitales basándome en Google sites. Desde el principio dejo clara mi metodología, y remarco lo que yo llamo «los tres noes»: No deberes, no exámenes, no libros de texto. Vamos por partes. Consideró que el aprendizaje se puede desarrollar en el aula sin necesidad de mandar deberes de refuerzo. Tan sólo cuando tienen alguna investigación pueden buscar en casa (suya o de un compañero) o en bibliotecas o cibers. Los exámenes no existen porque hago evaluación continúa, es decir, pongo notas de las actividades que van haciendo a lo largo del trimestre. La ley me obliga a poner una nota numérica, por lo que hago medias. Aunque las considero innecesarias.
Y respecto a los libros de texto, son utilizados los del departamento como libros de consulta, puesto que los contenidos los extraigo de internet a través de vídeos, webs, blogs, presentaciones de diapositivas… Pudiendo conseguir la información de todas esas fuentes, considero innecesario para las familias comprar un libro muy caro que no se adapta al ritmo de cada niño y que se convierte en fuente única de información. El invitarles a buscar les ayuda en su curiosidad y les enseña a ser críticos, porque comparan la información. El trabajo en grupos pequeños fomenta el compañerismo y les enseña que colaborar es beneficioso para todos. Respecto a mi asignatura, me gusta superar la vieja idea que se tiene de que es una materia memorística de recordar fechas y nombres. Me gusta enseñar la Historia como procesos, evolución, todo es causa de algo posterior y consecuencia de algo anterior. Los datos concretos vendrán después, integrados en todo ese proceso, pero son secundarios en el aprendizaje. Y por supuesto, tiene que ser divertido aprender, porque las emociones positivas ayudan a recordar. La memoria va unida a la emoción. Por eso usamos juegos, ya sean tradicionales adaptados a la materia (como el Paleo-Party) como inventados por ellos.
4.Y con esta metodología, ¿Haz notado que lo niños juegan, investigan, aprenden, y se sienten más motivados por seguir aprendiendo?
Sí. Ellos mismos me dicen que mis clases son de las que más les gustan. En mi instituto me suelen asignar los grupos que tienen dificultades en algunas asignaturas. La metodología activa, colaborativa y divertida les anima y motiva a aprender cosas nuevas. También el hecho de sentirse escuchados y tener en cuenta sus emociones les hace sentir cómodos. Suelo fijarme en cómo se encuentran, ponemos en común sus inquietudes, tratamos de resolver conflictos, etc. Y además, el buen humor siempre está presente por mi parte. No me gustan las clases serias y autoritarias. No les veo sentido.
5.Si es un hecho que tu metodología esta funcionando, es decir, que los niños al final están aprendiendo, entonces ¿Porque ha creado tanta controversia?
Supongo que porque mis compañeros de departamento prefieren hacer lo que les resulta más cómodo. No son profesores que estén al día de lo que se investiga en psicopedagogía, neurobiología y otras ramas del saber necesarias para nuestra profesión. Ellos ya conocían mis métodos, y de momento me dejaban hacer. Sólo me recordaban que debía seguir el temario establecido. Yo lo seguía, aunque me adaptaba a las necesidades del grupo, y esto no era del todo entendido. Ellos prefieren que sea el grupo el que lleve el ritmo que marque el profesor. Digamos que las discrepancias se fueron agudizando con el tiempo. La gota que colmó el vaso fue la queja formal (por escrito) de dos madres de 4° de la ESO sobre la incomprensión de mis métodos. Tuve que defenderme frente a Inspección Educativa. Apenas recibí apoyo de mis compañeros. Al parecer no tienen en cuenta las buenas referencias de familias contentas con el resultado de sus hijos.
Creo que muchos profesores no sólo se sienten cómodos haciendo aquello que tienen costumbre. Les resulta fácil ser el tipo de profesor que conocen, que han vivido en su juventud. Seguir un libro y una programación, mandar deberes, hacer exámenes memorísticos, no requiere mucho esfuerzo. Acaban creyendo que ser profesor es eso, y lo justifican. Pero además creo que tienen miedo a los cambios, a lo que no conocen, a lo que suena a «más trabajo». Yo les suelo decir que no se trabaja más así, sino de forma diferente. En los institutos, la idea de aprender jugando o con humor y amor, suele ser rechazada. Se piensa que eso es algo propio de colegios y niños pequeños. No entienden que el juego es parte del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por otra parte, y respecto a mi defensa frente a la queja de 2 madres de 4° ESO, recurrí a las redes sociales para pedir ayuda a alumnos y familias, puesto que todo ocurrió en junio y las clases habían terminado (es tiempo para el trabajo administrativo, hacer balance del curso y preparar el curso siguiente). Recibí mensajes de apoyo a cientos, tanto de alumnos y exalumnos como de profesores de muchos lugares. Y recogieron firmas hablando de la calidad de mis prácticas y del cariño recibido. En ese momento sentí que el amor que siempre doy me estaba siendo devuelto con creces. Me sentí muy agradecido y reconciliado con mi profesión.
6.Cuéntanos algo.. ¡Si cualquier cosa!
Dos cuestiones me vienen a la cabeza. La primera, que a pesar de que este tipo de clases, algunos alumnos no quieren ni siquiera eso. No les interesa lo que ocurre en el aula. Aunque resulte extraño que un profesor diga esto, el sistema educativo tradicional debe desaparecer. Estoy totalmente a favor de un sistema educativo público de calidad. Pero muchas familias entienden esto como un sistema con buena dotación económica, materiales suficientes(ordenadores, tablets, libros, etc)… pero con docentes que exigen memorizar y luego examinen de todo ello. La Escuela funciona de espaldas al funcionamiento de las mentes y emociones. No sirve de nada programar qué debe aprender un niño a tal edad. ¿Quién decide lo que le interesa o necesita realmente conocer a un niño? ¿Quién decide a qué ritmo y con qué recursos debe aprender? Cada niño es diferente en muchos aspectos. Mi experiencia personal es la de haber sentido muchas veces que presionaba a mis alumnos a hacer cosas que no les interesa y que no les van a servir de mucho, y todo porque lo marca la ley.
En mi centro hubiese preferido trabajar por proyectos. Es una opción mucho más respetuosa que la imposición de materias. Y además recoge todo lo que ya hacía, sólo que permite trabajar centrándose en algo concreto que dará como resultado algo para la sociedad. Además engloba varias disciplinas, y los profesores trabajaríamos formando equipo. Pero en mi centro no hay un ambiente propició para ello. Para el curso que viene un profesor de tecnología va a comenzar un proyecto, básicamente porque le avala el haber ganado un concurso de teatro robótico en la UMH. Y además, el objetivo es presentar a los alumnos a más concursos por el prestigio y la dotación económica que puedan conseguir. Eso es desvirtuar un proyecto. No se trata de fomentar la competición y el triunfo. Se trata de fomentar la colaboración y el beneficio social. El otro tema del que quería tratar es el Amor. Ser docente implica amar a tus alumnos. Es la base. Eso te hará un buen profesional. Si tan sólo mejoras en la técnica y dejas de lado la emoción, el sentimiento, habrá calidad pero con frialdad. Muchas familias prefieren un docente que ayude a sus hijos a parar cursos y aprobar reválidas o selectividad. Esto, en mi opinión, es perpetuar el sistema obsoleto basado en la cantidad de la información retenida en la cabeza (para un momento concreto). Lo importante es la calidad de lo aprendido, es decir, que se haya asimilado con placer y alegría y que se sepa usar en el día a día. Y, como ya he comentado, el aprendizaje va unido a la emoción. Si algo se aprende con amor y diversión, se recuerda con alegría y placer. Por el contrario, si algo se aprende con dolor, se recuerda con sufrimiento.
7. ¿Crees en eso, de que todos somos UNO? y ¿Por qué?
Te contesto a esto con un vídeo que mi esposa, Aida Ivars, me mostró cuando empezamos a conocernos. Ella es profe de Ciencias
Estoy convencido de que estamos conectados, de que somos uno. No en el sentido místico. Soy persona escéptica y no creyente. Veo cada día que, lo que haces, influye en tu entorno, y que ese entorno, a su vez, tiene sus propios entornos que expanden las consecuencias. Y, a su vez, recibo lo que otros han hecho o han recibido de su alrededor. Es como ondas en un estanque al lanzar una piedra, pero en este caso, el estanque y las ondas tienen 3 dimensiones, y lanzamos piedras en ese agua continuamente. Como docente, y ahora como cuentacuentos, sé que el Amor que ponga en mi relación con los niños repercute en todos. Y como padre siento que criar a una niña sana dará al mundo una mujer equilibrada que podrá ayudar a mejorar el mundo. Y, por otra parte, esa unión humana no está exenta de la unión con el planeta que nos sostiene. Somos uno con la Tierra, ni más ni menos que ninguna planta, animal o piedra. Somos parte de un sistema, pertenecemos a él, no nos pertenece.
Tomás, Muchas Gracias por compartir tu experiencia con nosotros.