La adolescencia es una etapa por la que todos hemos pasado de una u otra manera, pero si hay algo que no podemos negar es que la biología y los cambios hormonales en esta etapa traen consigo un mar de desestabilidad emocional.
De hecho, la adolescencia es una búsqueda por encontrar una identidad propia, es donde se empiezan a seleccionar los gustos, es una etapa en la cual empezamos a decidir donde y porqué nos atrae algo para quedarnos allí y empezar así a definir nuestra personalidad.
Pero hay algo muy importancia a tener en cuenta y es que la autoestima no es una meta, es un camino
Es decir, la autoestima es algo que tienes que alimentar durante toda tu vida, porque por muy sólida que tu la tengas, viene un momento de esos duros en la vida y te la pisotea y es ahí donde tienes que poner a prueba tu valía para sobrellevar este tipo de situaciones, sanar tus heridas y volver a poner tu autoestima en su lugar, porque esa es la vida.
Con lo cual, la adolescencia sólo es una de las muchas etapas que tienes en la vida, con la diferencia de que es un momento en que la persona se esta definiendo, pero eso no significa que una vez defina su personalidad, no vaya a tener tropiezos en un futuro, que pongan en peligro su autoestima y que tenga que trabajar en ella.
Además la autoestima es algo que se cultiva desde la infancia, es un proceso, no es algo que de un día para otro se solucione sin más, de hecho en la adolescencia suelen florecer todo este tipo de vacios, y si no fuiste de aquellas personas a las que sus padres no le cultivó su autoestima en la infancia, lo más probable es que afloren más conflictos internos a la hora de relacionarte en la adolescencia.
Porque aumentar la autoestima en la adolescencia suena muy bonito, pero requiere un esfuerzo emocional incluso físico desde que naces que muchos no han tenido la suerte de cultivar y cuando se empiezan hacer mayores y se presenta un conflicto, lo que sucede es que no poseen la claridad emocional para solucionarlo.
De una u otra manera, nunca es tarde para empezar a cultivar tu autoestima, con empezar a ser tolerante con tus errores, perdonarte y empezar a hablarte bonito ya estás dando un gran paso.
Escrito por Erika Zárate Asesora Emocional y madre de 3 hijas.
Para mí la vida está hecha de buenas conversaciones, de palabras bonitas, de besos y abrazos espichaos.
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