Una de las cosas más fáciles de perder es la motivación, quieras o no hay días de días, aquellos en que te encuentras más animada y con ganas de comerte el mundo y otros días en los que no quieres ni siquiera salir de la cama.
Y es que la vida es así de natural con sus altibajos lo importante de esto, es no perderse en el camino, no perder el foco o ese objetivo por el que llevas tiempo trabajando. Ahora bien, la desmotivación es hasta normal cuando llevas tanto tiempo trabajando por algo y los resultados en muchas ocasiones no son lo que imaginabas, pero es que aún así estas experimentando algo bueno y es el aprendizaje.
Probablemente no te das cuenta que aun cuando hay malos días eso hace parte del camino y que en la vida todo tiene su esfuerzo y dedicación, pues eso te fortalece; sientes la tentación de tirar la toalla, pero inexplicablemente te levantas y continuas con tu labor, no con el ánimo de tu primer día, pero con la serenidad que te ha dado la constancia, simplemente te levantas y CONTINUAS.
Bien reza el dicho: “La constancia vence lo que la dicha no alcanza”
Y es que eso de la constancia parece una tontería, pero hay muchas personas que su único pecado es no ser constantes, y la constancia es un factor importantísimo a la hora de alcanzar un objetivo. Sin constancia no hay continuación, si no hay continuación, no hay habito y si no hay hábito, no hay disciplina.
Y sin disciplina no se puede llevar nada para adelante, así es de que por muy fuerte que sea la marea hay que mantenerse y es ahí donde conoces tu talante y tus límites.
Por esta razón, es importante tener en cuenta que cuando llegan esos días “malos” solo hay que CONTINUAR, tal vez no con el mismo ímpetu pero si con tranquilidad y serenidad.
Haciendo las cosas paso a paso, una por una, eso te va llevando al habito diario y cuando terminas tu día, te das cuenta que sin mayor esfuerzo haz realizado tu rutina diaria, tal vez no con el entusiasmo inicial, pero si con la constancia de todos los días y de esa forma sin darte cuenta van pasando esas rachas que como olas vienen y luego se van.
Así es de que no renuncies tan fácil, CONTINUA sin más, que probablemente la constancia será la que te regrese a eso días en los que te sientas fuertemente motivada, miraras atrás y verás todo lo que has logrado, con sus días buenos y malos, eso te irá mostrando el camino hacia donde tu quieres llegar.
¡Que tengas un buen día! 😉