No es un secreto para nadie que vives en una sociedad que tristemente castiga los errores, esto lo que hace es que vivas en una fantasía absurda porque la vida en si misma está llena de fallos y son precisamente estos los que te pulen y te moldean para desempeñarte mejor.
La verdad es que los errores son tan sólo un aspecto de la cantidad de cuentos fantásticos que la sociedad ha creado y como si eso fuera poco, también se ha encargado de darle poder a este tipo de condicionamientos reforzando esta conducta a lo largo de la historia de la humanidad.
La cuestión es que el ser humano aún no es consciente del potencial que tiene como creador de realidades y mientras no se concientice de su propia inmensidad seguirá sumergido en esta burbuja fantástica.
Dicho esto, no es de extrañar que demonizar los errores como parte de una perfección inexistente hace que las personas se esfuercen por alcanzar algo que (valga la redundancia) no existe, pero además, a punta de castigos verbales y en el peor de los casos hasta físicos.
Y desafortunadamente con este comportamiento lo único que la sociedad ha logrado es que las personas y en este caso los más pequeños se paralicen ante el hecho de atreverse a hacer algo, por miedo a equivocarse, por miedo a fallar; pero ya no es solo el error como tal sino a lo que vendrá después sólo por el hecho de haberse equivocado.
Como si errar no fuera humano…
Menos mal que los tiempos están cambiando y a día de hoy hay muchos métodos educativos que están enseñando con tolerancia y empatía, admitiendo que el error es una parte fundamental del aprendizaje y del equilibrio emocional de los niños, quitando todo tipo de anclajes en cuanto a métodos obsoletos y que lo único que han hecho es educar a muchos de los adultos de hoy en día en los que el atrevimiento, el desparpajo, el ensayo y error han brillado por su ausencia.
Así es de que a partir de ahora y sabiendo esto, tómate tu tiempo para digerirlo y permítete hacer cosas que tal vez no te saldrán bien a la primera, ni a la segunda tampoco, pero que con seguridad te están dando un bagaje y un gran aprendizaje, porque cada vez que te equivocas comprobarás que por ahí no es y no hay nada más potente que el descarte de algo que has comprobado por ti mismo y tendrás la certeza de lo que no sirve y cada vez estarás más cerca de tu objetivo y es ahí donde te sentirás realizado.
Y si lo piensas, no habrás hecho mayor cosa, solamente haber sido tolerante, compasivo y empático contigo mismo y con tus propios errores y es ahí donde sucede la magia y conviertes tus errores en un precioso Don.
¡Que tengas un buen día!
Photo Credit: Walimai.photo
Escrito por Erika Zárate Educadora Emocional y madre de 3 hijas.
Especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me quedan buenísimos, y últimamente me he convertido en maga, porque convierto el tiempo en vida.
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