Hay procesos que aparentemente son fáciles, pero no lo son y peor aún cuando hablamos de identificarlos. Este el caso de la autoestima, algo que parece tan simple y tan fácil de trabajar, puede llevarte años, incluso la vida entera.
Ya son muchos los años que llevo trabajando con sesiones online en donde las consultas son por razones totalmente diferentes al incremento del autoestima, por el contrario las personas se enfocan en otros objetivos porque no hay una mínima sospecha de que haya algún vacío en este aspecto.
Lo curioso de esto, es que en la mayoría, por no decir que en todos los acompañamientos que he llevado a cabo, terminamos trabajando la autoestima, porque hay un desconocimiento enorme y se dan por hecho muchas cosas.
Reconocer que se tiene una baja autoestima es un tema tabú aún a día de hoy, de hecho la gran mayoría de personas ni siquiera sabe que tiene una baja autoestima, porque no se atreven a confrontarlo, y prefieren vivir tapando el sol con un dedo, dejando pasar esas situaciones incomodas de la manera más rápida, cómo si aquello no tuviera un fondo y una raíz en la que trabajar y por cierto, raíz que hay que gestionar con tiempo y delicadeza.
«Aumentar la autoestima es un proceso que lleva su tiempo de asimilación y sobre todo de cambio de dialogo interior y de conducta.»
Hay quienes no saben que poseen una baja autoestima y sólo el hecho de tocar este tema les molesta y hasta se burlan de él porque creen que van sobrados con este tema.
Y por otro, lado están los que van de víctimas, mendigando cariño con relaciones tóxicas, buscando ese amor propio por fuera, en otras otras personas; este tipo de personas son muy comunes, pero que reconozcan su situación también es complicado, porque el victimismo mueve masas.
«Vivimos en una sociedad donde se alimenta el victimismo.»
Hacerte responsable de tus emociones, de los que sucede dentro de ti, te supone un trabajo interior arduo, no todo el mundo esta dispuesto a hacerse cargo de sí mismo, porque echarle la culpa a los demás de todo lo que te sucede, es el camino más fácil y no requiere mayor esfuerzo.
Por otra parte, el camino difícil es confrontarte a ti mismo, mirar dentro y reconocer lo que sucede dentro de ti, pero al mismo tiempo es un camino que te sanará para siempre, por eso es el camino de los valientes.
¿Y tú, que camino quieres coger?
Escrito por Erika Zárate Educadora Emocional y madre de 3 hijas.
Antes de la cuarentena era especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me siguen quedando buenísimos.. pero es que ahora me he vuelto experta también en tortitas (pancakes) de chocolate para desayunar y en maga, porque convierto el tiempo en vida.
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