Probablemente si eres de esas personas escépticas al hecho de que la arteterapia tenga un impacto sutil, pero muy efectivo en tus emociones, leer este post te ayudará a comprenderlo mejor y a entender como es que algo tan simple como colorear un mándala tenga una relación tan fuerte con el amor propio, el autoconocimiento y demás aspectos emocionales.
Pues bien, desde la prehistoria los seres humanos hemos manifestado a través de figuras geométricas y en especial de círculos, muchas formas de sentir y de pensar, lo que pasa es que esta conectividad se ha ido perdiendo con el pasar del tiempo por diferentes razones que no vienen ahora al caso.
Conectividad, que hemos ido recuperando gracias al trabajo de muchas personas que han dedicado su vida al estudio y al trabajo con mándalas, como es el caso de el Psicólogo Carl Jung; quién dedicó gran parte de su vida a desvelar y a comprender la relación tan poderosa que hay entre el hombre y la creación de figuras ó símbolos.
Por otra parte ya no son sólo el tipo de trazos que creamos, sino el hecho de empezar a reconocer la importancia de los colores en nuestro inconsciente. Bien es cierto, que hemos necesitado ir evolucionando para tener una mentalidad más integra y poder comprender que cuando percibimos al mundo como una totalidad las separaciones dejan de existir.
Y es que en un mundo tan cuadriculado y estructurado como el que hemos creado, la flexibilidad, y la integración pueden parecer sueños inalcanzables, pero no, nuestro inconsciente colectivo está cambiando a pasos agigantados y esta generación estaba preparada para este cambio.
Hemos venido para romper viejos paradigmas y enseñarles a las nuevas generaciones dicha totalidad y la integración de conceptos.
Una cosa es colorear un mándala y otra muy diferente es elaborar un mándala, son dos actividades que tienen impactos emocionales muy diferentes, y cuando decides elaborar tu propio mándala hay aspectos matemáticos que debes integrar y aplicar para poder desarrollarlo y seguramente esto algo que tú desconocías, por eso hablo sobre la integración de conceptos y la totalidad.
Un mándala te recuerda que no hay separaciones, que todo esta conectado e integrado.
Colorear un mándala no es simplemente colorear,
es regalarte un momento para ti,
es detener el tiempo,
es enfocar todos tus sentidos en el presente sin intención alguna,
es volver a tu infancia escogiendo los colores que te gustan y vibran contigo,
es cultivar tu sentir,
es sanar memorias ancestrales perdidas,
es darle alas a tu creatividad,
es recuperar la paz perdida,
es sumergirte en el silencio que tanto necesitas para escucharte
es simplemente vivir…
Por esta y mil razones más, colorear mándalas fortalece tu autoestima, no es el mándala como tal, es la energía que se crea cuando lo haces, ya que el sólo hecho de permitirte estar contigo, de ti para ti, eso ya es un regalo y cuando tu eres compasivo contigo mismo y te regalas algo, te estas regalando amor y ese amor es el que de forma sutil empezarás a transmitir.
¿Qué esperas para ser un transmisor de amor?
Escrito por Erika Zárate Educadora Emocional y madre de 3 hijas.
Especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me quedan buenísimos!.. últimamente me he convertido en maga, porque convierto el tiempo en vida.
Me encanta ESCUCHAR, si quieres comentarme algo ponte en contacto conmigo.
La toma de contacto es GRATIS, su duración es de una hora mas o menos, donde podrás contarme tu sentir y a partir de ahí podemos continuar con un proceso de acompañamiento que cambiará la perspectiva de la forma del «cómo y para qué» te suceden las cosas.
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¡Que tengas un buen día!