En muchas ocasiones cuando una crisis es fuerte y duradera, nos amoldamos a ello como instinto de supervivencia, normalizando lo que no es normal, siguiendo adelante y adaptándonos como camaleones a situaciones muy adversas sin tener en cuenta las secuelas emocionales que tendrá el haber vivido una situación extrema.
Este comportamiento es tan mamífero como natural; porque es como si nos pusiéramos aquel accesorio que llevan los caballos al lado de los ojos, las Anteojeras para que no se distraigan y se mantengan enfocados en su objetivo; pues sucede algo parecido con el ser humano, nos enfocamos en salir de una crisis a como de lugar porque el fin justifica los medios.
Y es que en la mayoría de casos, esos “medios” no son justificables y pueden llegar hacer mucho más daño; pues en medio de las crisis, ese enfoque desmesurado sin detenernos a observar a nuestro alrededor con discernimiento y dejándonos llevar por las prisas, lo único que hace es empeorar las cosas.
Pues bien, dicho esto, ahora mismo hay situaciones que pretendemos se mantengan con “Normalidad” como por ejemplo en los colegios con temperaturas de hasta 4 grados pues ha llegado el frío a Europa y no se permite cerrar ventanas dada la situación y es obvio que los calefactores no llegan aclimatar las clases, haciendo que los niños sufran textualmente de frío (y no me estoy refiriendo a que las medidas para detener el virus sean un problema, de eso no va este post).
Este post va de Aprendizaje, empecemos porque para Aprender, el ser humano necesita tener sus necesidades básicas satisfechas, y la temperatura corporal es una de ellas, no podemos pretender que los niños aprendan bajo estas circunstancias hostiles; pero es que el problema no radica en el virus que estamos viviendo, el problema es mucho más profundo.
Aún no comprendemos que el Sistema Educativo, es una de las pocas cosas que se mantiene anticuado ya no sólo porque
Si piensas que tu hijo es inteligente porque saca 10, estás obsoleto
Sino porque se ha mantenido igual durante siglos, ya que nuestros tatarabuelos aprendieron el mismo contenido y de la misma forma que actualmente e insistimos en la idea de que el aprendizaje debe ser colectivo y estandarizado, pero como si esto fuera poco, aparte ahora soportando frío.
No nos confundamos, que las calificaciones de los niños, cuando se les están muriendo familiares, muchos de sus padres se están quedando sin trabajo y que incluso hay familias que no tiene ni para comer, y con mascarilla obligatoria durante jornadas de 8 horas o más ( insisto, que este post no va sobre las medidas de bioseguridad) pues como que las tablas de multiplicar y los reptiles pueden esperar pues no son lo más importante.
¡OJO! ¡Que nos son tiempos de aprender, son tiempos de sobrevivir!
Creo que ha llegado el momento de RECAPACITAR ¡pero de verdad! de utilizar esta crisis para cambiar lo que ya no sirve, lo que no funciona a nivel educativo, teniendo tanta tecnología a nuestro alcance, es un pecado desaprovechar su versatilidad, utilicémosla para que el aprendizaje sea más divertido, dinámico y práctico, y que ojalá cada familia pueda en esta situación decidir Qué y Cómo quieren que sus hijos aprendan.
Y no deben ser iniciativas momentáneas, sino deben ser Estrategias Innovadores de Aprendizaje que rompan viejos paradigmas educativos y que lleguen para quedarse y establecerse, porque..
“I have a Dream” ….
Yo tengo un sueño,
Sueño con que el aprendizaje sea libre,
Sueño con que se cultive la curiosidad,
Sueño con el respeto por los ciclos de aprendizaje de cada niño,
Sueño que el aprendizaje sea un disfrute..
Sueño con tantas cosas.
Escrito por Erika Zárate Educadora Emocional y madre de 3 hijas.
Especialista en limpiar mocos y preparar espaguetis a la boloñesa en 20 minutos y me quedan buenísimos, y últimamente me he convertido en maga, porque convierto el tiempo en vida.
Me encanta ESCUCHAR, si quieres comentarme algo ponte en contacto conmigo.
La toma de contacto es GRATIS, su duración es de una hora mas o menos, donde podrás contarme tu sentir y a partir de ahí podemos continuar con un proceso de acompañamiento que cambiará la perspectiva de la forma del «cómo y para qué» te suceden las cosas.
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¡Comenzamos el 2021!
Photo Credit: Eduardo Martinez